En el proceso de compraventa de una propiedad hay que estar al corriente de los gastos asociados que habrá que asumir. No todo el mundo los conoce y en ocasiones puede ser una sorpresa desagradable, para el vendedor y el comprador, por el incremento inesperado del importe final. Se trata de gastos que oscilan entre un 10% o 15% del coste total de la transacción, algo que ambas partes deben tener en cuenta con antelación. Lo más recomendable es que el proceso se realice con el apoyo y el consejo de una inmobiliaria y asesoría legal. Una inmobiliaria con experiencia puede llevar a cabo todos los trámites de forma segura, tanto para el vendedor como para el comprador.
A continuación te explicamos cuales son esos gastos asociados a la compraventa de una vivienda:
Hipoteca
Cuando el comprador adquiere una vivienda recurriendo a un préstamo hipotecario, hay que añadir algunos gastos adicionales. En primer lugar, necesitamos una tasación del inmueble para que valore la propiedad y el banco estudie el porcentaje de financiación del que puede disponer el cliente. El precio de la tasación es muy variable y puede oscilar entre los 250 y los 600 euros, según la entidad que la lleve a cabo.
Notaría
La notaría es otro gasto que hay que tener en cuenta a la hora de comprar o vender una propiedad, sea nueva o usada. Los aranceles (que son los honorarios de los notarios) están fijados por el Estado, lo que significa que todos perciben lo mismo, por los mismos servicios. Una escritura pública de compraventa de un inmueble oscila entre los 600 y 875, según el precio de la propiedad. Para hacernos una idea más aproximada, por una vivienda de 100.000 euros, los honorarios serían de unos 850 euros. Para una casa de 250.000 el importe del notario subiría a aproximadamente unos 1.000 euros.
Una vez otorgadas las escrituras, hay que inscribirlas en el Registro de la Propiedad, por lo cual también hay que abonar una cantidad. En este caso, los honorarios también vienen regulados por normativa y solamente varían dependiendo del precio de la propiedad. Por lo general varían entre los 400 y los 650 euros.
Impuestos
También existen una serie de impuestos que hay que afrontar. La cuantía depende del precio de la propiedad y de si esta es nueva o de segunda mano. En el caso de que la vivienda sea nueva, hay que pagar el IVA que alcanza el 10% en este 2019. Si el inmueble es de segunda mano, habrá que abonar el ITP o Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Es un impuesto autonómico, por lo que el importe varía según la Comunidad Autónoma en la que ubica la vivienda. En la actualidad oscila entre el 6% y el 10%.
Gestoría
El gestor administrativo es la figura que se encarga de llevar a cabo los trámites relacionados con la notaría o el Registro de la Propiedad. Por lo general es la entidad financiera la que selecciona a su propia gestoría. Este es un gasto opcional ya que estos papeleos puede hacerlos el propio comprador. Las gestorías no tienen tarifas fijadas ya que son profesionales libres y solamente se necesitan contratar cuando hay que abrir una hipoteca para realizar la compra. El precio aproximado ronda los 300 euros.
Plusvalía Municipal
La plusvalía es el impuesto municipal sobre el incremento del valor de naturaleza urbana (IIVTNU). Hace referencia al aumento del valor catastral del suelo urbano donde se ubica la propiedad, entre una transacción y la siguiente. El importe que hay que pagar al ayuntamiento varía según el coste del inmueble, el periodo de tiempo que ha transcurrido desde la adquisición de la vivienda hasta su posterior venta y el tipo de aranceles que aplique el ayuntamiento correspondiente. Como las ordenanzas no son iguales en todos los municipios, es conveniente consultar previamente. La plusvalía, según la ley, la tiene que abonar el vendedor, excepto si ambas partes pactan lo contrario. El plazo de liquidación es de 30 desde la fecha de firma de la escritura.
Impuesto de bienes inmuebles
Más conocido como el IBI. El vendedor de la propiedad puede cancelar los recibos completos del año en curso o bien puede asumir el pago de los meses que correspondan hasta que la vivienda pase a ser del comprador, que asumirá los costes del IBI de los meses restantes. Lo mismo ocurre con los gastos de comunidad.
Como ves, son gastos importantes que no nos pueden pillar desprevenidos, por lo que conviene conocerlos y disponer de un colchón financiero para poder cubrirlos sin problemas. Para muchas personas, se trata de trámites un tanto fastidiosos, sobre todo para quien se enfrenta a ellos por primera vez. Por eso en Procasa nos ofrecemos a hacerlo por ti. Solo tienes que contactarnos y concertar una cita.