Hacer reformas en casa, aunque sea en nuestra segunda residencia, es muy estresante porque además de alterar nuestra rutina, tenemos que enfrentarnos a unos cuantos días o meses de ruidos, polvo, gente entrando y saliendo, y un caos general que puede enloquecer a los amantes del orden. Además, pueden surgir imprevistos e inconvenientes que hagan que todo se vuelva más complicado y desesperante. Una manera de conseguir que el proceso de reforma resulte más fácil y llevadero, es hacer una planificación previa minuciosa. Estos son los aspectos que hay que tener bien organizados.
Qué vamos a reformar en nuestra segunda residencia
Antes de empezar hay que pararse a pensar y tener muy claro qué queremos reformar exactamente. Muy a menudo sucede que una vez iniciada la obra, se decide sobre la marcha extender la reforma a otras partes de la casa. “Ya que estamos…” Pero esto no es buena idea ya que puede dar lugar a problemas imprevistos o a que nos pasemos del presupuesto que habíamos planeado invertir. Además, las obras se prologarán en el tiempo y el agobio comenzará a hacer acto de presencia. Así que, pare evitar que todo esto pase, cogeremos lápiz y papel, y anotaremos todos los cambios que queremos hacer en casa. Pero también valoraremos el objetivo y la necesidad de cada una de las reformas que tenemos en mente. ¿Qué tipo de mejora implica? ¿Es urgente? ¿Qué es lo más necesario? ¿Va a mejorar mi calidad de vida? Gracias a estos planteamientos podremos tener mucho más claros los objetivos y de esta forma calcular mejor nuestro presupuesto.
Cómo vamos a reformar los espacios
Otro punto que tenemos que tener claro es el nuevo aspecto que queremos darle a nuestra casa. Podemos recurrir a revistas de decoración y reunir fotos de espacios, decoraciones y habitaciones que nos gusten y nos inspiren, y crear un vision board. En internet también podemos encontrar un montón de inspiración en fotos o videos, que iremos guardando en un álbum. Estos nos ayudará a tener más claro lo que queremos y encaminar la reforma hacia ese aspecto que queremos conseguir en nuestro hogar.
Definir un presupuesto para la reforma de tu apartamento o casa en Roses
Todo depende del dinero, así son las cosas, por lo que la reforma estará determinada por la cantidad de presupuesto que podamos invertir. Antes de comenzar hay que hacer cuentas muy seriamente, valorar si tenemos lo suficiente y, en el caso de recurrir a un crédito, tener muy claro cuánto tiempo queremos pagar cuotas y si nos podemos permitir afrontar una deuda. Si no nos hemos parado a hacer cálculos, corremos el riesgo de que la obra se paralice por falta de presupuesto.
Recurrir a profesionales
Algunas reformas requieren la supervisión de profesionales, por eso es mejor consultar con un ingeniero o un arquitecto que nos pueda asegurar que el proyecto es viable y seguro. También nos podrán aconsejar sobre determinados detalles que ayudarán a que el resultado sea mejor. Intentar ahorrar algo de dinero en esta parte puede hacer que las cosas no salgan según lo previsto y al final, nos saldrá más caro.
Obtener los permisos necesarios para realizar las reformas y obras
Antes de comenzar hay que informarse de todos los permisos que vamos a necesitar para iniciar la obra. Hay distintos tipos de licencia que dependen del tipo de obra. • Obras mayores. Si se realiza una cambio estructural en el inmueble o se van a abrir puertas o ventanas exteriores. • Obras menores. Reformas en cocinas, baños, suelos, etc. Estas licencias las concede el Ayuntamiento de cada municipio y tienen un coste. Es un trámite que se puede encargar a la empresa que nos va a realizar la reforma.
Involucrarse
Comenzar una obra y desentenderse no es la mejor idea. Lo recomendable es intentar estar pendiente de como va avanzando el trabajo, si se están siguiendo las indicaciones o si se están ajustando a los tiempos establecidos.
Elegir cuando empezar
Escoger el momento exacto en el que queremos iniciar la obra puede hacerlo todo sustancialmente más sencillo. Para empezar hay que planificar un margen de tiempo, teniendo en cuenta que es muy probable que las obras tarden un poco más de lo previsto en terminar. Algunos trabajos, como pintura, instalación de calefacción, etc. es mejor realizarlos en ciertas época del año. Por otra parte, debemos pensar en la disponibilidad que vamos a tener para hacer gestiones, reunirnos con el personal o, en definitiva, implicarnos en el proceso. Y por supuesto, trataremos de evitar iniciar obras en momentos de estrés, como periodos con más carga de trabajo u otras responsabilidades. En resumen, reconstruir o reformar una vivienda, es un proyecto que se debe planificar con todo detalle. Debemos ser realistas en cuanto al dinero, tener las ideas muy claras, y contratar a expertos que nos aseguren un trabajo de calidad. Si estás pensando en remodelar tu segunda vivienda, o reconstruir una casa antigua, en Procasa contamos con un equipo profesional completo que se encargará de todo el proyecto, desde el inicio hasta su finalización.
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